Gracias a nuestra gente nos hemos convertido en una organización responsiva. La autogestión y Holacracia fueron el primer paso hacia una organización que pone la integridad de las personas en el centro y que promueve que nuestro propósito sea evolutivo.
Sólo contratamos personas que demuestran que en su vida se ponen objetivos personal Nuestra gente vive una cultura de pull y no de push.
Es una cultura emprendedora y frugal, de mejora y aprendizaje continuo, de colaboración y transformación. La frugalidad es importante. No gastamos en lo que no aporta valor a nuestros clientes y empleados.